José Guillermo Rodríguez-Chong, Escuela de Medicina del Tec de Monterrey, Campus Monterrey, Universidad Autónoma de Nuevo León, Monterrey, N.L., México
Jaime Javier Cantú-Pompa, Escuela de Medicina del Tec de Monterrey, Campus Monterrey, Universidad Autónoma de Nuevo León, Monterrey, N.L., México
Francisco Bosques-Padilla, Gastroenterology Unit, Hospital Universitario «Dr. José E. González», Universidad Autónoma de Nuevo León; Clinical Professor, Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), Monterrey, N.L., Mexico
La terapia de combinación con biológicos e inmunomoduladores supone un avance en el manejo de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), pero no está exenta de riesgos. Este esquema de manejo incrementa la frecuencia de infecciones oportunistas, especialmente de las virales, que pueden llegar a ser infecciones
serias. Además, incrementa el riesgo de neoplasias, en especial de linfoma no Hodgkin y cáncer de piel no melanoma, lo que está en relación con el uso de inmunomoduladores. Su uso en el embarazo, aunque es seguro para la madre y el producto, en especial en el último trimestre, incrementa el riesgo de infecciones para el producto durante los primeros 9-12 meses de vida. La reducción de esta terapia puede considerarse en los pacientes que experimentan complicaciones del tratamiento o que tienen un perfil de alto riesgo para éstas y en los pacientes que alcanzan una remisión profunda. Se dispone de poca información sobre las nuevas terapias biológicas distintas a los bloqueantes del factor de necrosis tumoral α (TNF-α); conforme se incorporen a la práctica clínica, se generará información que podría reivindicar el rol de la terapia de combinación en el tratamiento de la EII.
Palabras clave: Enfermedad inflamatoria intestinal. Tratamiento. Terapia. Efecto adverso.